Comunicación
“¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” Amós 3.3
La complejidad de la comunicación no se ha facilitado a pesar de los avances tecnológicos que tenemos para comunicarnos. Nos comunicamos más fácilmente, pero nos entendemos menos. Esto puede ocurrir en cualquier relación y la pareja no está exenta de ello. Por el contrario, los problemas para comunicarse impiden que una pareja se ponga de acuerdo y es la principal razón para la fractura en la relación conyugal.
Comúnmente tenemos hábitos que pueden bloquear la efectiva comunicación en la pareja como el uso inapropiado de algunas expresiones cotidianas, distracciones al momento de conversar, los prejuicios, la falta de empatía, las diferencias en la formación en los hogares de origen, los malos entendidos, la inmadurez emocional, etc., mismos que deben ser identificados para mejorar la comunicación de pareja, especialmente cuando hay desacuerdos y resulta imperioso tomar decisiones en juntos.
Estar de acuerdo no significa pensar igual, sino tomar una decisión que favorezca al matrimonio y a la familia. Cuando la pareja está de acuerdo, resulta fácil sobrellevar la relación. Cuando no se está de acuerdo, se debe buscar una resolución. Es decir, en ocasiones tu punto de vista será el que se tome en cuenta para la toma de decisiones, en otras, será el punto de vista de tu esposo el que se tomará. Y ¿ si el resultado de la decisión resulta no ser lo esperado? Vivan la consecuencia, analicen, aprendan. Los reclamos no resuelven conflictos, recuerda que todos cometemos errores, que estás unida a otra persona tan imperfecta como tu y que están en constante aprendizaje.
Si añadimos el rol moderno de la mujer en la familia al tema de la comunicación puedes identificar un factor que, hoy día, le impide a la mujer ser bendición de Dios para su matrimonio. Dice Proverbios 19.13-14 que la mujer que se pasa discutiendo sin vehemencia (de forma irreflexiva, dejándose llevar por sus impulsos RAE) y que continuamente busca pleito es tan molesta como una gotera incesante, que “poco a poco arruina al marido” (TLA). Por el contrario, siendo prudente, llega a ser un regalo de Dios para su esposo.
Hay temas que son sensibles de tratar, oren a Dios por su intervención, si alguno tiene que cambiar de idea o de actitud, preséntese sin máscaras delante de Dios, sin pretensiones y El es quien transforma las vidas (2 Corintios 3.18). Ábranse el corazón y compartan emociones y sentimientos que pueden estar fracturando la relación, el objetivo debe ser producir aprender qué le afecta al otro y lograr amarse, permanecer en unidad.
Mantengan las discusiones en pareja, los hijos no deben ser parte de ello. Lo que hay que arreglar en pareja, se debe arreglar en pareja, no busquen que los hijos se alíen hacia alguno de los dos, solo les produce un daño emocional.
Si has visto un matrimonio que tiene muchos años en unión, es porque han sabido ponerse de acuerdo. Así lo declara la palabra. Si estás deseando que tu matrimonio permanezca durante toda la vida en armonía y amor, debe haber comunicación. Sin hablar no se llegará a ningún acuerdo. Sin acuerdo dos personas no estarán unidas. ¡Es tiempo de comunicarse!
Corazón de Mamá 