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EDIFICADORAS Mujer que edifica

Edificadoras

La mujer sabia edifica su casa; más la necia con sus manos la derriba.” Proverbios 14.1

La Biblia de estudio para mujeres Holman menciona: “La mujer sabia edifica su casa…” en Proverbios 14.1, de la palabra hebrea banáh que significa hacer prosperar, ensancharse. Esta misma palabra es usada para referirse a Raquel y Lea, en Rut 4.11 “… las cuales edificaron la casa de Israel…” Esta expresión hebrea se usaba para referirse a la mujer que al tener hijos se convertía en constructora de una familia.

¡Qué sencillo parece! Una mujer que tiene hijos es una edificadora. En realidad, es así. Al iniciar una familia te vuelves edificadora de un hogar. Pero, la palabra de Dios nos presenta una disyuntiva entre ser mujer sabia que mantienen firme la construcción de su hogar o mujer necia que con su propia insensatez puede derribar lo que ha erigido.

La mujer sabia se distingue por ser sagaz y habilidosa, de acuerdo al vocablo hebreo jokmót que significa “que tiene buen juicio” y conscientemente decide guiar a su familia bajo los preceptos divinos. Construye sobre la roca (Lucas 6.48) y nada derriba su hogar.

Podría pensarse que la mujer necia no edifica, pero el proverbista menciona que ella derriba con sus manos una construcción ya realizada, esa edificación es su propia obra, misma que puede llegar a destruir con sus acciones.

Toda mujer de familia está construyendo un hogar. Para solidez o inestabilidad, tu hogar lo estás cimentando con tu fe, lo delimitas con reglas y privilegios, lo ventilas con accesos que permitan expresar emociones y lo reestructuras embelleciéndolo.

Como nunca antes la edificación de la familia se está viendo amenazada. Los cimientos básicos (que los padres deben poner en sus hijos) están por delegarse a otros (sean maestros, psicólogos, educadores, etc.). Ten por seguro que tu eres una edificadora, pero no es una labor que debes realizar sola. ¡No te amedrentes con la imposición social! La construcción de tu hogar está diseñada por el mejor Arquitecto (Hebreos 11.10). Apoya tu edificación en Él, descansa en su planeación. “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican…” (Salmo 127.1). No lo hagas con tu propio conocimiento, invítalo a Él a dirigirte. Dios es quien nos capacita, Él te comisionó (2 Corintios 1.21). Eres mujer que edifica.

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