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EDIFICADORAS Levantando muros

Edificadoras

La semana pasada hablamos sobre la importancia de edificar el fundamento familiar en Cristo, a través de la lectura de su palabra y la oración, podemos avanzar con el siguiente paso de la construcción familiar: los Muros. Los muros permiten sostener la estructura de la edificación, además de delimitar espacios.

En la familia, es indispensable que los padres delimiten con acciones y comportamientos que permitan a los hijos aprender sobre el respeto, la disciplina y la libertad con buen juicio. Estos muros deben acotar guías que los dirijan a tomar decisiones para su bien y el de los que lo rodean. Enseñar a los hijos a elegir el camino correcto puede sustentar tan fuerte sus vidas que aun en la vejez les permitirá permanecer erigidos (Proverbios 22.6).

Cada límite que se construya en la formación de tu hijo(a) le servirá de patrón. Invertir tu tiempo en enseñar a tus hijos les imparte disciplina (a corto o largo plazo). En cambio, el hijo o la hija que no es instruido en la obediencia puede volverse mimado, consentido y podría terminar deshonrando a sus padres (Proverbios 29.15).

La forma en que enseñas, con tus palabras, el tono de tu voz, tus abrazos o golpes, todo está levantando una estructura. Cuando enseñas límites estás levantado muros, cuando permites das oportunidad a recorrer espacios que posiblemente no sean convenientes para la seguridad de los tuyos.

Los límites deben tener un objetivo que favorezca la autonomía de tus hijos de acuerdo a cada etapa de sus vidas. Los límites no deben fijarse para erigirse para controlar a los hijos, sino para permitirles madurar, para tomar decisiones correctas.

Pregúntate: ¿He establecido límites en mi hogar?, lo que permito en mis hijos ¿perjudicial o disfuncional para mis hijos?

Establece o afirma límites que sean para lograr autonomía en tu hijo(a). Asegúrate que sean claros para ti y para el o ella. Revisa que sean límites funcionales y de acuerdo a la etapa de cada uno de los miembros de la familia.

Observa si el permitir a tus hijos hacer lo que pidan o exijan está estableciendo en tus hijos irresponsabilidad, holgazanería, irrespeto. La palabra de Dios advierte: “Quien no corrige a su hijo, no lo quiere; el que lo ama, lo corrige.” Prov. 13.24 DHH

Quizá es tiempo de edificar muros o derribar algunos. Recuerda: “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.” Hebreos 12.11 RV60

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