Gracias Dios por una nueva bendición, por una nueva oportunidad, sea prueba o gozo, gracias.
Esta semana nos unimos en oración dándote gracias por instituir el matrimonio como complemento de cada uno. Somos sensibles a la situación actual y nos dolemos por la desintegración de las familias, la desorientación de aquellos que están confundidos respecto al matrimonio, así mismo la responsabilidad de enseñar a nuestros hijos la verdad que establece tu palabra en Mateo 19.4-6 y unirse en matrimonio para ser uno.
Danos sabiduría y autoridad para enseñar esta verdad a nuestros hijos. Nuestro clamor es que “tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal…” (Hebreos 13.4). Produce en ellos esta estima en sus razonamientos y sentimientos.
Clamamos a ti pidiendo que des enfoque a nuestros hijos y miren hacia un joven o señorita con un corazón entregado a ti, líbralos de una relación desigual, que más allá de lo físico tengan sensibilidad espiritual para enamorarse de alguien que puede llegar a ser un compañero(a) que bendiga su hogar y de sus futuros hijos, si así les concedes.
Haz ver a nuestros hijos la importancia de unirse a alguien que busca lo justo, alguien que anda en tu luz. Dales un corazón para entender.
Gracias por escuchar esta oración, por estar atento a nuestra intercesión en favor de nuestros hijos (Salmo 17.1)
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
2 Corintios 6.14 RV60