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Seres eternos

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1 Tesalonicenses 4.17

La mariposa Azul de Alcon tiene un ciclo de vida sorprendente. Comienza su vida como una diminuta oruga, del tamaño de una hormiga. Se mantienen con vida en las hojas de algunas plantas altas. En algún momento, caen al suelo y son llevadas por las hormigas a su cueva. Pero, eso es precisamente lo que la oruga necesita. Al llegar a la cueva emite un sonido similar a las larvas de hormiga y por lo tanto, es llevada al nido donde crían y alimentan a las larvas. Mientras se confunde entre las larvas, emite un sonido similar al de la hormiga reina, lo que provoca que las hormigas la alimenten como a la realeza. Permanece ahí alrededor de dos años y, poco a poco, surge una transformación que la encapsula dentro de un capullo. Aparentemente, aquello que tenía vida, ha dejado de vivir. Las hormigas dejan de alimentarla, convencidas que ya no hay vida en ella. Pero un día, rompe esa cáscara que la detenía de su vida anterior y sale completamente transformada. Deja la cueva que le sirvió de hogar temporal, extiende sus alas y se despide para vivir una vida nueva. La vida que conoció, nunca más volverá a ser igual.

La semana pasada meditamos en la conducta bíblica que Pablo predicó a los efesios: el comportamiento que un hijo de luz debe desarrollar y practicar. La vida en la tierra es solamente la preparación individual para una nueva con Dios que durará para toda la eternidad. El autor Rick Warren en su libro “Una vida con propósito” explicó que “La tierra es… el ensayo para tu vida en la eternidad… la vida es más que vivir el aquí y ahora,… es una preparación para la eternidad.”

El apóstol explica que al practicar una vida inmoral o impura se pierde la vida eterna que heredamos como hijos de Dios, una vida en el reino de Cristo. (Efesios 5.5), y que habrá una consecuencia para quienes decidan vivir en oscuridad.

Dios se hizo humano y habitó entre humanos (Juan 1.14), mostró su divinidad (Juan 2.11, nos enseñó cómo se debe vivir (Mateo 5.33-48), por amor se entregó (Efesios 5.2), murió y resucitó por nosotros (2 Corintios 5.15) para que vivamos una vida eterna con él (Juan 3.16).

Esta es la perspectiva que debemos enseñar a los hijos. La conducta debe ser enfocada desde la perspectiva de la vida eterna y nunca es tarde para enseñarla. Si los hijos son pequeños es más fácil comenzar a enseñar la verdad bíblica, que somos eternos y que nuestro comportamiento está basado en la Biblia, en lo que agrada a Dios, en que somos hijos de luz. Cuando los hijos ya están en etapas de adolescencia o juvenil, la enseñanza y aprendizaje se puede volver más difícil, pero no es imposible. Habrá que trabajar con mayor esfuerzo y paciencia para lograrlo.

La mayoría de las personas no quieren ser diferentes, somos seres sociales y deseamos encontrar afinidad con al menos un grupo de personas. Hemos venido conversando acerca de ser hijos de luz y que, en medio de un mundo de oscuridad, debemos ser luz, por lo tanto, distinguirnos. Hay algunas etapas de desarrollo en las cuales los niños, especialmente los adolescentes, no quieren identificarse con características que los hagan resaltar. Sin embargo, somos llamados a ser diferentes, a distinguirnos, a conducirnos como un hijo de Dios. ¡Qué importante hablarles también del riesgo que corremos al vivir en oscuridad! Pablo nos exhorta a tener cuidado de perder la herencia que está preparada, pero solamente para quienes escojan distinguirse en una vida de luz. Aquellos que desprecien vivir así, que elijan vivir una vida de oscuridad, no tendrán parte en este reino eterno.

Por lo anterior, es importante promover las relaciones familiares y amistosas con aquellos que comparten la misma perspectiva bíblica. Relacionarse con quienes comparten la misma fe, reforzará sus valores y convicciones.

En los años ochentas y noventas se popularizaron las predicaciones escatológicas, es decir, se predicaba frecuentemente acerca de la segunda venida de Cristo. Estos mensajes facilitaban formar una conciencia eterna y, de cierto modo, favorecía abrazar esta convicción que esperamos con fe. En los últimos años, los mensajes acerca del recogimiento de la iglesia menguó y toda una generación de niños cristianos dejaron de escuchar este evento profético. Los últimos acontecimientos mundiales han despertado de nuevo el mensaje escatológico y es bueno, pero como padres debemos fomentar la bendición de vivir como hijos de luz, los beneficios que tienen una vida en santidad y evitar utilizar la palabra de Dios como método para manipular la conducta.

Como hemos venido mencionando, como padres, debemos modelar una conducta bíblica, además es necesario dirigir el enfoque a la razón que trasciende la vida en al tierra: Vivir una vida eterna con Cristo. Al igual, es importante conocer la vida que espera a quienes no obedezcan a este llamado de luz, pero enfocarnos en lo maravilloso de la vida con Cristo, que sea el motivante para nuestros hijos y para nosotros como padres.

No tengas temor de adentrarte en el estudio de las profecías, la venida de Jesucristo por su pueblo es un evento único, nunca antes visto, esperado por siglos y que, si nos alineamos con la palabra de Dios, podemos mostrar a nuestros hijos el viaje maravilloso que nos espera si nos decidimos a vivir una vida como hijos de luz.

“… nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.” 1 Tesalonicenses 4.17

La vida que estamos viviendo es temporal, Dios nos lo comunica a través de su palabra y nos invita a escoger una vida de acuerdo a sus preceptos. Como padres tenemos la responsabilidad de enseñar a los hijos que somos seres eternos, puedes buscar estrategias para enseñar en cada etapa de la vida de qué se trata esta verdad. El ciclo de Vida de la mariposa Azul de Alcon es solo un ejemplo para ilustrar que nosotros también tenemos una vida temporal y al morir solamente estamos siendo transformados para levantarnos de nuevo a una nueva vida que durará toda la eternidad. Quizá en vida, en cualquier momento, podríamos vivir el regreso de Jesús por nosotros y vivir la transformación sobrenatural. Cuando enfocamos la enseñanza en esa vida eterna, nuestro razonamiento se amplía para comprender que estamos de paso.  

2 comentarios en “Seres eternos”

  1. Amén y amén hermosa historia. Esto viene de generación en generación y nosotros como padres. No desmayemos. Y cuidemos de.lanviña que nos ha dado el señor que son nuestros hijos. Hablarles todos los días se nuestra vida. Dios te bendiga hija.mia. Porque aunque. Ya no estás a mi cargo. Pero en las cosas de dios nunca te dejare siempre habrá una palabra den ánimo fuerza. Para que nuestra fe no desmaye te amo y bendigo tu vida

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