Gracias Dios por crear vida, por diseñar un plan de sustento y mantenimiento del cuerpo tan sencillo que cualquiera de nosotros podamos llevarlo a cabo. Gracias porque ese cuidado los has dejado al alcance de todos sin importar los recursos que tengamos o podamos carecer.
Gracias porque en tu Palabra estableciste un patrón para seguir y que podemos trasmitir a nuestros hijos. ¡Pensaste en todo Señor! Gloria a ti Padre. Nada quedó a la suerte. Aún los cuerpos que están formados diferencias y/o trabajan diferente son obra tuya. Damos gloria a tu nombre por ello.
Confesamos que en muchas ocasiones ignoramos que también quieres que te honremos a través de nuestro cuerpo físico, que todo lo que comamos también te glorifique. Te pedimos perdón y rogamos nos enseñes a cuidar de nuestra salud, que si ya sabemos que algo es dañino para ésta seamos hijos obedientes y nos neguemos a nosotros mismos cuando seamos tentados a probar, saborear o comer aquello que nos daña. Ayúdanos Señor a desarrollar hábitos de alimentación y actividad física saludables para vivir en la salud que tu planeaste para nosotros.
Gracias Dios, gracias por interesarte en esta área de nuestra vida y hacernos voltear a vernos para revisar qué necesitamos modificar en nuestra alimentación y actividad física.
Damos honra a tu nombre desde el corazón, permítenos darte honra también con nuestro cuerpo y sea un digno templo donde tu Espíritu Santo habita. En el nombre de Jesucristo. Amén.
“¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios ? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.”
1a Corintios 6.19-20 NVI
Corazón de Mamá 