Gracias te damos Seños Jesucristo por una semana nueva, una nueva oportunidad para comenzar o continuar con el cuidado de nuestro cuerpo. Gracias por lo que has venido hablando a nuestras vidas, gracias por redargüir en nuestras mentes y ayudarnos a moldear una conciencia interesada en el cuidado del templo del Espíritu Santo.
Seguimos clamando a Tí, necesitamos ser guiados por tí en el cuidado de la salud, eres quien nos santifica y purifica a través de tu Espíritu y estamos agradecidos, te damos gloria por ello porque solo deseas nuestro bien, nuestra salud y una vida plena. Reconocemos que es una lucha diaria el conservar esa santidad que provees para nosotros y rogamos renueves nuestra mente hacia hábitos que bendiga nuestro cuerpo. Enséñanos a escuchar nuestro cuerpo, a no ignorar los malestares que pudiéramos sentir, reconocer que nuestro cuerpo está hablando y diciendo la atención que requiere para permanecer saludable. Permite seamos un modelo para nuestros hijos y ellos aprendan a través nuestro a cuidarse por sí mismos.
Perdona nuestra ignorancia hacia el cuidado del cuerpo que nos prestas. Perdona nuestra falta de compromiso y constancia, provee convicción para desarrollar dominio propio y aprender a negarnos a una alimentación y hábitos que dañan la salud. Ayúdanos a conservar un cuerpo sin mancha, sin defecto, sin enfermedad, sin tacha para cuando vengas por nosotros seamos hallados limpios delante de Tí.
Oramos confiados que estás interesado en la salud física de tus hijos. Gracias, Dios por ese interés y hablarnos acerca de ello. Damos honra a tu nombre Jesucristo, confiamos en tu sabiduría. Amén.
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
1 Tesalonicenses 5.23
Corazón de Mamá 