Alabamos tu nombre Jesucristo por tu amor, por tu sacrificio en la cruz, por tu plan maravilloso de llevarnos a un lugar donde el dolor y la tristeza no existen más. Gracias Dios. Gracias.
Venimos a ti con el corazón, algunos de nosotros estamos atravesando por la tristeza y el profundo dolor que trae haber despedido a un ser amado. Sea haya amargura, dificultad para aceptar tus designios, tristeza y cualquier emoción que nace por esta razón te pedimos consolación, que hagas tu obra en nuestros pensamientos y abundes con paz nuestra mente, ayúdanos ante enfocarnos en la eternidad, danos fuerzas para retomar una vida con este cambio difícil de enfrentar. Sana nuestras heridas y fortalécenos en ti. Confiamos en tu poder consolador ya que tu mismo padeciste lo más doloroso que una persona pueda sufrir. Perdónanos si hemos dudado de tu sabia voluntad, sabemos que tu perdonas y eres paciente hacia nosotros.
Gracias por la obra que ya estás haciendo en nosotros. Gracias por tu consolación. Gracias por no dejarnos solos en este proceso. Te amamos. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.
Bendito {sea} el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.
2 Corintios 1.3-4
Corazón de Mamá 