No puedo dejar de indicar que Santiago utiliza el adjetivo griego bradys, que tiene el sentido de ser torpe, lento para aprender, comprender o reaccionar y carente de agudeza intelectual. En la promoción del curso anteriormente mencionado, el exponente aseveraba que el mayor miedo de una persona es hablar en público; claro que esta expresión es exagerada y ambigua, pero expresa una realidad: a la mayoría, no nos gustaría vernos torpes y ridículos al hablar en público. A este nivel de contrapunto nos lleva a Santiago, es preferible ser hábil para escuchar, aunque torpe para hablar, que un hábil orador que no sabe escuchar; es mejor preocuparse por saber escuchar, que angustiarse por saber hablar.
Misael Ramírez y Juan Manuel Rodríguez
Corazón de Mamá 