Por: Nora Granillo
“¿Hallaste miel? Come la que te basta, no sea que hastiado la vomites.
Proverbios 25.19
Padre Nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre. Te damos gracias por tu gran amor y misericordia, porque gracias a ti estamos aún de pie, sanos y salvos.
Venimos humildemente a reconocer que no podemos hacer las cosas sin tí, necesitamos tu gracia, sabiduría y guianza para que de una manera sabia cuidemos diariamente lo que comemos; ayúdanos a elegir lo que es bueno para nuestra salud. Que seamos conscientes que en base a nuestra forma de alimentarnos estaremos previniendo enfermedades futuras, como dice tu Palabra: “… que podamos discernir entre lo santo y lo profano”. Aquí lo profano sería todo aquel alimento que nos genera alguna enfermedad, no que no podamos comerlo, sino que no nos excedamos. “¿Hallaste miel? Come lo que te basta” Ayúdanos a entender que todo debe ser con moderación. Somos conscientes que este es un gran problema en nuestro diario vivir, la “moderación”. Danos dominio propio para seguir las instrucciones que nos dan, tanto en tu Palabra como por nuestros médicos. Señor, también necesitamos tu ayuda para aprender a prevenir, si somos intencionados, inteligentes y seleccionamos lo que consumimos, tendremos cuerpos sanos y evitaremos muchos males. Todo lo que creaste para nuestra alimentación es sano, es nuestra responsabilidad mantenerlo así a la hora de alimentarnos. Ayúdanos a ver nuestra triste realidad, a causa de nuestra desobediencia. “Tu sacias de bien nuestra boca” y nos has dejado específicamente instrucciones para que tengamos una “vida abundante” libre de todo dolor. Uno de los recursos que tenemos a nuestro alcance fácilmente, es ejercitarnos físicamente. Es cierto que tu Palabra dice que el “ejercicio corporal para poco es provechoso” pero eso “poco” debemos capitalizarlo a nuestro favor. Te necesitamos cada día en nosotros.
Todo te lo pedimos confiando en que tú nos escuchas y tienes cuidado de nuestras necesidades. Bendecimos, agradecemos y te glorificamos por siempre. En el Nombre de Cristo Jesús. Amén.
Corazón de Mamá 