Por Mayra Rangel
Mirad, pues con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios. Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
Efesios 5.15-16
Gracias damos a ti una vez más Padre Celestial, gracias por tu gran amor, por tu bondad, por tu misericordia inmerecida.
En ésta hora venimos ante ti, para pedirte ayuda y dirección en nuestros planes familiares. Es bien sabido que todos como individuos tenemos planes y sueños; pero en ésta hora yo entrego ante ti mis planes y mis sueños; los planes y los sueños de mi familia; los planes y los sueños de cada uno de los padres y familias que están leyendo éstas líneas. Tú nos conoces perfectamente, pues somos creación tuya, tu sabes si esos planes han de prosperar o los detendrás, según tu voluntad.
Ayúdanos a aprender a consultarte todo lo que planeamos y deseamos. Y que sepamos escuchar tu voz y obedecer tu decisión sea cual sea. Porque quiénes somos nosotros para planear, si tú eres el dador de todo incluso del tiempo. Tú eres el que ha de permitir eso o aquello. Si tu no construyes la casa, de nada sirve que se esfuercen los constructores. Si tu no vigilas la ciudad, de nada sirve que se desvelen los vigilantes.
Ayúdanos Señor a aprovechar bien el tiempo y saber esperar en ti. Todo a tu tiempo. Que podamos enseñar a nuestros hijos a ser organizados y planear, pero siempre dependiendo de ti y de tu voluntad.
Danos paciencia y sabiduría para esperar en ti, pues tus planes son perfectos. Te ruego señor para que siempre sepamos aprovechar bien el tiempo, porque los días son malos.
Amén.