Por Mayra Rangel
Guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo.
Deuteronomio 5.12-14
Qué bueno eres Señor, bueno y majestuoso eres tú. No hay nadie que sobresalga a Ti. Excelso y Soberano eres sobre todo y sobre todos. Te agradezco por tu gran bondad y tu gran amor.
Gracias te doy mi Dios por ser un Ser tan ordenado y enseñarme que todo tiene su tiempo en ésta tierra: Tiempo de nacer, tiempo de morir. Tiempo de llorar, tiempo de reír. Tiempo de callar, tiempo de hablar. Así cómo también hay tiempo de trabajar, hay tiempo de descansar.
Ayúdame Señor para planificar tan bien, así como planificaste tu creación que hiciste todo en seis días y te tomaste un día para descansar. Si Tú siendo el Ser supremo, el creador de todo y de todos, has apartado un día para que se descanse, para que no nos afanemos. Ayúdanos a entender que no podemos hacer todo. Que necesitamos rodearnos de quien nos ayude, quien nos aconseje. Permítenos delegar responsabilidades y así aprovechar bien el tiempo y descansar. Me maravillo al pensar cómo es que hiciste el día y la noche y en tus planes ya estaba el descanso.
Ayúdanos para ser ordenados en todo y que así podamos descansar adecuadamente para poder estar sanos, sabiendo que somos responsables de cuidar nuestro cuerpo, templo del Espíritu Santo. Así mismo te pido nos ayudes a poder descansar en ti nuestros afanes y preocupaciones. Cada día traerá un nuevo afán, pero tú estás con nosotros.
Confiamos y esperamos en ti mi Padre Celestial.
¡Enséñanos y ayúdanos a descansar en ti!
Corazón de Mamá 