Por Mayra Rangel
Porque también cuando estábamos en vosotros, os ordenábamos esto: si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
2 Tesalonicenses 3.10
Bendito eres mi Dios y Salvador.
Bendigo y alabo tu glorioso nombre, pues sólo tu eres digno de recibir alabanza.
Te agradezco Señor tu inmenso amor. Te agradezco las enseñanzas que día a día guían mi vida y te agradezco que seas conmigo y me ayudes a cumplir mis deberes.
En ésta hora vengo ante ti rogándote de tu gracia y sabiduría para poder ser una hija responsable y diligente, una hija cumplida y ser digna de ti. Así mismo, ruego por mis hermanos para que tú seas quien nos guíes a hacer tu voluntad. Que no nos comprometamos a hacer si no estamos dispuestos a cumplir. Que no digamos esto o aquello si no nos vamos a involucrar. Que no opinemos si no sabemos.
Ayúdanos a ser responsables primeramente en casa. Que no seamos candil de la calle y obscuridad en casa. Porque tú nos has puesto como sacerdotes en nuestro hogar y éste debe ser nuestro principal ministerio. Que en nuestro hogar, nuestro principal ministerio, seamos cumplidos con provisión, con amor, con respeto y con protección. Ayúdanos a ser responsables en tu obra, que si se nos ha encomendado un trabajo éste lo hagamos con excelencia pues es para ti o para el servicio a tus siervos, que en todo momento todo lo que hagamos sea lo mejor. Ayúdanos a ser responsables en nuestro entorno, en nuestra sociedad; pues siendo responsables y haciendo bien nuestra labor damos testimonio tuyo.
Que nuestros hijos aprendan de nosotros viendo nuestro ejemplo. Ayúdanos a ser diligentes y a hacer bien a todos; no siendo perezosos. Que se cumpla tu palabra en cada uno de nosotros: No sean perezosos con los trabajos que deban hacer para el Señor, y hagan todo con entusiasmo, pues el alma de los diligentes será prosperada.
Sabemos que siendo responsables y cumplidos seremos bendecidos y siempre agradecidos a Tí por tu favor hacia nosotros, pues no somos merecedores.
Corazón de Mamá 