Por Rebeca Aguirre de Ramos
pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
Marcos 10: 6-9
Señor, en este día pongo ante ti la vida y la unión de nuestros hijos. Confiando que tu los vas a guiar de manera correcta; que su unión sea la correcta, hombre y mujer, como tú estableciste; aún más en este tiempo con tantas ideas no apropiadas para establecer la familia.
Señor, mi oración es que nuestros hijos y con quienes ellos decidan unirse en matrimonio puedan tener como guía tu palabra y lo allí escrito, que reconozcan que es para bien de ellos, que estén conscientes que van a dejar su casa y van a formar su propio hogar, ellos unidos. Oramos para que los hijos vayan dejando el apego a los padres, si existe. Lo más importante, es que ellos se entiendan, se comprendan, tengan buena comunicación, tengan confianza mutua y mucha comprensión; que tu seas su guía, que nunca se aparten de ti, y que siempre estén unidos en tu amor. Nuestra oración es que te pongan a ti en primer lugar, que su amor perdure al transcurrir de los años. ¡Aviva siempre el amor en ellos!
Te lo pedimos Señor. En el nombre de Jesucristo.
Corazón de Mamá 