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Educación sexual

Por: Dra. Sulamita Torrez

Esta es una área muy importante que debe ser observada con mucho cuidado. Quizá no sea la más importante pero llega a serlo cuando uno de los cónyuges experimenta insatisfacción, de aquí la necesidad de profundizar en el tema.

Para poder ser más objetivos debemos empezar por definir lo que es sexualidad:

  • La sexualidad es la totalidad de la expresión de una persona.
  • Todo lo que somos, pensamos, actuamos, como nos concebimos.
  • No se limita a nuestra genitalidad.

Es muy importante mencionar que:

– La manera en que nos concebimos es determinante para la expresión de nuestra sexualidad.

De modo que me descubro como un ser necesitado de compañía, de afectos, de amor. Al mismo tiempo me veo como un ser que posee una identidad y un impulso sexual, desde la cual también puedo manifestar lo afectivo.

– El medio ambiente, los medios de comunicación y la educación sexual o ausencia de la misma, influyen poderosamente en el desarrollo de la sexualidad.

En nuestros días estamos viviendo momentos realmente críticos en los cuales La Nueva Cultura Sexual ha impregnado la mentalidad de este mundo moderno de una filosofía o visión que le permite al hombre o la mujer se determinen vivir bajo alguna de las siguientes corrientes:

Relativismo: Todo es relativo, depende con el lente que lo mires, nada es malo.

Hedonismo: Estás en este mundo para ser feliz, para obtener placer. ¨Comamos y vivamos que mañana moriremos¨. Disfruta el aquí y el ahora.

Consumismo: Nos venden ideas preconcebidas de cómo debe ser el hombre o la mujer actual, nos invitan a despojarnos de lo que consideran prejuicios que nos impiden tener libertad de pensamientos. Hay modas en las cuales no hay una clara diferenciación de género. La mayoría de los productos son presentados por modelos semidesnudas que no dejan nada a la imaginación. Comerciales en los que claramente se oferta la libertad sexual.

Además, la ¨Educación sexual¨ ya incluye aun desde muy temprana etapa escolar, la aceptación de personas con una diferente inclinación sexual.

Las redes sociales y medios de comunicación plagados de información que promueven la legalización de matrimonios lésbico-gay, y de toda clase de prácticas que desvirtúan el plan original de Dios (Mateo 19:4 — ¿No han leído —replicó Jesús— que en el principio el Creador “los hizo hombre y mujer?). Por tal motivo es imperante retomar las enseñanzas que la palabra de Dios nos da y someter nuestras vidas bajo los propósitos y el designio divino.

¡La sexualidad dentro del matrimonio es un don que Dios nos regaló para expresar el Amor!

  • No es una necesidad fisiológica.
  • Puede ser sublimada, esto es, modificar el sentimiento inicial en un acto de amor donde el entendimiento y compresión se hacen presentes ante alguna situación que limite la actividad sexual.
  • Es un apetito perfectamente dominable.
  • Están implícitas la fidelidad y exclusividad.

Dios diseñó la Sexualidad para:

UNIDAD: ¨No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea¨(Gen.2:18).

                 ¨Dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer…¨ (Gen.2:24).

Esta unidad que Dios ideó, llevaría a los cónyuges a compartir más allá de su genitalidad, todos sus anhelos, deseos, gustos, aficiones, en si la unión de 2 cuerpos, 2 almas y 2 espíritus, donde el elemento de unión fuese el Amor. Y el Placer sería el fruto de la expresión de este amor a través de la relación sexual.

PROCREACIÓN: Y les dio esta Bendición: “Quiero que se reproduzcan, quiero que se multipliquen, quiero que llenen la tierra y la pongan bajo su dominio”. (Gen. 1:28 TLA)

La palabra de Dios, el mejor Manual de instrucción para nuestra vida conyugal, nos invita a tomar en cuenta sus consejos para una mejor convivencia dentro del matrimonio. Solo mencionaré algunas porciones que son importantes y que cada matrimonio debiera analizar en pareja, ya que ellas son fuente de sabiduría y gracia:

Proverbios 5:18-19

1 Corintios 7

1 Corintios 13: 4-8

Efesios 5: 21-32

1 Pedro 3:1-7

Libro de Cantares

Dios en su infinita sabiduría ideó nuestros cuerpos y su admirable funcionamiento, con características específicas tanto en el hombre como en la mujer, donde las diferencias fuesen ese factor de correlación mutua para la intimidad conyugal. Las diferencias en la respuesta sexual requieren de comprensión y ajuste en ambos cónyuges. Entendiendo que Dios lo planeó así, para que fuese un acto conyugal hermoso, no “monótono”

Los Matrimonios Cristianos debemos entender que:

Hay algo más que la búsqueda egoísta de satisfacción física, el cónyuge que desea mejorar, entiende que el más delicado placer, proviene del gozo de complacer al ser amado.

CONCLUSION: Los Padres podemos participar activamente en la Educación Sexual de nuestros hijos desde pequeños y reforzar estas enseñanzas cuando estén formalizando su relación de noviazgo y más aun, comprometiéndose en matrimonio.

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