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Asertividad a la práctica

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Por Ludim Bojórquez

Vivimos en la era de las comunicaciones, muchos medios de comunicación de manera virtual, pero también enfrentamos un grave problema, de manera presencial se está perdiendo la comunicación en todas las esferas del ser humano; laboral, familiar y social.

Esto sucede porque la mayoría de nosotros los padres no estamos modelando y formando las nuevas generaciones, recordemos que la educación se da en casa. Esto repercute en el buen o mal desempeño en las relaciones con los demás. Por eso tenemos que hacer un alto en el trajín de nuestras vidas y revisar nuestra conducta y la de nuestros hijos para observar la forma de cómo nos estamos comunicando y procurar corregir para lograr una comunicación asertiva; para ello tenemos que conocer los estilos de comunicación que se compartieron en el primer episodio de esta serie.

Pero, ¿cómo se logra llegar a una comunicación asertiva? Gracias a Dios tenemos su Palabra y ella nos da el consejo sabio que nos ayudará para poder lograrlo.

Colosenses 4:6 dice: Sea vuestra palabra siempre con gracia sazonada con sal, para que sepáis como debéis responder a cada uno.

Proverbios 15:1 dice: La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.

Santiago 1:19 dice: Por eso mis amados hermanos todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse.

Esto nos muestra que debemos considerar y analizar cómo nos estamos comunicando. Si solo queremos hablar, no sabemos escuchar, no pensamos antes de hablar, ofendemos al hablar, usamos un tono inadecuado, o palabras inapropiadas, etc. todo esto reflejará una mala comunicación y no seremos edificantes.

Cuando hablamos demasiado y oímos poco, comunicamos a los demás que nuestras ideas son mucho más importantes que las de ellos. Santiago con sabiduría nos aconseja revertir ese proceso. Pon un cronómetro mental en su conversación y controla cuánto hablas y también cuánto oyes. Cuando alguien conversa contigo, ¿percibe esa persona que son valiosos sus puntos de vista y sus conceptos?

Que hermoso es cuando percibes que Dios te ha dado gracia para que puedas conversar con niños, adolescentes, jóvenes y personas maduras porque has tenido el cuidado de saber escuchar y saber hablar y lo que has de decir con aquella persona. Qué bendición podemos ser en nuestros hogares donde nuestro esposo sabe que puede conversar con nosotros y va a ser escuchado y aconsejado adecuadamente; así mismo, ver en nuestros hijos el reflejo de lo que aprenden de nosotros, que ellos no tengan problemas para socializar con nadie de manera que, como Jesús, crezcan en gracia para con Dios y los hombres.

A continuación, algunas recomendaciones para enseñar a nuestros hijos a tener una comunicación asertiva:

  • Que aprendan a ESCUCHAR a los demás.
  • Que tengan EMPATíA, que se pongan en lugar del otro.
  • Que desarrollen RESPETO por ellos mismos y por los demás.
  • Que se quieran a sí mismos y se valoren, logrando una sana AUTOESTIMA.
  • Que trabajen en sus EMOCIONES, que reconozcan sus propias emociones o temperamentos.
  • Que obedezcan lo que dice la palabra de Dios, a través del ejemplo que como padres les damos.

Todo lo anterior puede hacer que ellos tengan una manera de COMUNICACIÓN asertiva y un desarrollo integral sano. No olvidemos que en nuestras oraciones podemos pedirle a nuestro Señor Jesús, que él nos dé gracia y sabiduría para poder lograrlo.

En Salmos 51:10 dice: Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. Y en Romanos 12:2 dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

Así que, tenemos las herramientas necesarias para hacer los cambios que se requieren en nuestras familias, les propongo que pongamos manos a la obra y en un tiempo de 21 días pongamos por obra estos consejos.

Desarrollar el hábito de una comunicación asertiva nos permitirá criar hijos obedientes y responsables, una mejor relación con nuestro esposo y con las personas que nos rodean.

Mi testimonio

Soy Ludim Bojórquez, madre de 3 hijos y desde pequeños advertí los temperamentos de cada uno de ellos y junto a mi esposo Benjamín Rodriguez, nos propusimos cuidar y guiarlos en el camino del Señor; procuramos fomentar la lectura, aunque aún no hablaran, siempre les poníamos alabanzas y música instrumental, jugábamos con ellos, les llevábamos con nosotros a visitar hermanos enfermos y ancianos y ellos participaban cantando; permitimos que vieran televisión hasta después de los 7 años. Salíamos a pasear con ellos en la colonia y que jugaran en el parquecito con otros niños y formaron como un club de amiguitos en casa y sobre todo siempre los llevamos a la iglesia, participando en la Escuela Dominical en todos los programas infantiles de la iglesia. Gracias a Dios y por todas esas enseñanzas, nuestros hijos Mara Ludim de 18, Libna Raquel de 16 y Natán Benjamin de 14 años, ellos decidieron acompañarnos a las misiones al país de Honduras por un tiempo de siete años y medio y hasta el día de hoy ya de 29, 27 y 25 años respectivamente, ellos le sirven al Señor con mucha pasión. Nuestra hija de temperamento más fuerte, que es la segunda, está sirviendo como misionera en la Sierra del Nayar junto a su esposo. Así que, les aseguro que en el Señor sí se puede criar familias que Dios use comunicando el mejor mensaje que podemos compartir: Que Cristo JESÚS es el único Dios y Salvador y que en él hay vida abundante y eterna. Esa es la comunicación más asertiva a la que debemos llegar todos.

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