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¿Esperar?, ¿hasta cuándo?

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Por Ruth Leyva

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,


2 Pedro 1:3 

El Señor siempre quiso que el casamiento complete tanto al hombre como a la mujer, que les ofrezca tranquilidad y estabilidad. Dios creó el sexo para darnos placer en el matrimonio y, a la vez, permitir la procreación de la pareja.

Esperar a tener hijos ¿hasta cuándo?

Eso depende de cada pareja. Algunos consideran el hecho de tener estabilidad económica, otros disfrutar a su pareja a solas durante un tiempo, están los que aún se preparan profesionalmente y deciden primero terminar con ese compromiso. Todo depende de los acuerdos a los llegue la pareja.

Hoy te queremos hablar desde nuestra experiencia y anhelamos inyectarte un poco de fe, para quitar algunos temores e incertidumbre que más de alguno pueda tener con respecto a ser padres.

No existe un momento específico para la paternidad: ¡ustedes deben hacer el momento!

Si buscas tener una estabilidad económica antes de la paternidad te invito a confiar en Dios y que la pongas en sus manos. En mi experiencia como matrimonio de once años de casada déjame decirte, que en cualquier momento, las circunstancias pueden cambiar. Si bien te invito a ser responsable, esforzado en trabajar, ser honrado y ejemplo de superación. Solo Dios puede darte tranquilidad en el aspecto financiero; por ejemplo, puedes tener estabilidad económica y de la nada ser despido del trabajo; todos tus planes cambian y puede entrar la incertidumbre de cómo salir adelante. Son circunstancias a las que se enfrentan las parejas en todo el mundo. Es ahí donde nos damos cuenta que toda nuestra existencia depende de Dios, y en su palabra nos dice: “Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda. 2 Pedro 1:3 NVI (Nueva Versión Internacional).

Nos concede todas las cosas que necesitamos, es algo tan real. En ocasiones sentimos que a pesar de todo nuestro esfuerzo no avanzamos como queremos. Entonces, podemos darnos cuenta que necesitamos la intervención divina en nuestros planes.

Esperar tener estabilidad emocional

Desde mi corazón te digo que debemos trabajar en nosotros mismos desde antes de casarnos, teniendo una relación con Dios que nos vaya mostrando el camino, desarrollando el carácter de Jesús en nosotros. Esto nos va a ayudar a encontrar una pareja que sume, apoye y complemente.

El casamiento es la relación mas íntima que podemos tener en la tierra, esa intimidad es física, emocional, intelectual y espiritual. La intimidad espiritual se establece en la oración compartida, en la fe vivida de a dos. Por todo esto, es fundamental que la pareja dedique tiempo y atención a su intimidad espiritual para que ésta resulte feliz y duradera.

Aunque la economía, las condiciones laborales, la salud emocional y otras circunstancias familiares son muy importantes, el cariño, la atención y la felicidad lo son aún más. Éstas serán las principales necesidades de su bebé, por lo que la armonía en su hogar, la estabilidad emocional de cada uno y la colaboración con la pareja son imprescindibles. No tengas miedo en tener hijos. Honra tu casamiento y ora pidiendo la orientación de Dios. Sin duda, Él quiere lo mejor para sus hijos. 

Quiero compartir contigo extractos de un poema que leí en internet de un autor anónimo:

No sientas pena ni temor por tus hijos porque el mundo en el que van a crecer no es el que era antes.

Dios los creó y los llamó para el momento exacto en el que se encuentran. 

Entrénalos en la autoridad de su palabra. Enséñeles a caminar en fe, sabiendo que Dios tiene el control. Capacítalos para que puedan cambiar el mundo. 

Cada persona a lo largo de la historia ha sido colocada en el tiempo en que le correspondía de acuerdo al plan soberano de Dios.

El sabía que Daniel podía con la fosa de los leones.

El sabía que David podía contra Goliat.

El sabe que tu hijo pude con cualquier desafío que enfrente en su vida.

No tengas miedo por tus hijos, ¡pero siéntete honrado de que Dios te eligió a ti para ser padre! ¡Enséñales el amor de Dios y a compartirlo con todos!

Acepta el desafío.

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