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Bendición del nuevo hogar

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Por Melly Zapata

Jehová te bendiga y te guarde, Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga misericordia, Jehová alce sobre ti su rostro y ponga en ti paz. Números 6.24-26

Es muy interesante cuando se hablan temas acerca de nuestros hijos, y pueden salir infinidad de ellos. Podemos estar hablando sin ninguna dificultad sobre la vida de nuestros hijos ya que son nuestro mayor orgullo e inspiración.

En los padres, el día que nuestros hijos toman la decisión de formar su nuevo HOGAR, es un momento muy especial e importante, es un momento en el que vemos a los hijos madurar y crecer, empezar una nueva etapa junto al amor de su vida, realizando su sueño.

Se vuelve también un momento en el que deseamos expresarles nuestros mejores deseos y darles la bendición con palabras que salen de lo más profundo de nuestros corazón, darles la bendición que los acompañe en esta nueva etapa.

Desde mucho antes debemos interceder por los hijos y por nosotros mismos para cuando llegue ese momento, que todo pase conforme a la voluntad de Dios; claro, siempre conscientes que cuando llegue ese día  habrá sentimientos encontrados, por ejemplo:

  • Alegría porque Dios les permite llegar a ese momento.
  • Agradecimiento porque estarán honrando a la familia haciendo las cosas  como a  Dios le agrada.
  • Tristeza o con el corazón quebrado porque ya no estarán en casa.

Pero bueno, cuando llega el momento, esa fecha que se convirtió en un sueño para ellos, se hará  realidad, formarán su nuevo HOGAR al lado de su pareja, debe volverse especial para nosotras sus mamis, sus papás y toda la familia celebrar junto con ellos, darle gracias a Dios; hay que disponerse a disfrutar ese instante maravilloso, podremos ver como la mano de Dios favoreció nuestras oraciones por ellos.

Vemos crecer a los hijos y de pronto, deciden empezar una vida nueva  para formar un nuevo HOGAR.

Aprendamos a verlo como un momento maravilloso, a transmitirles nuestra alegría y gozo, el deseo que lleven una vida llena de bendiciones en todo lo largo de su nueva aventura.

Te comparto tres puntos importantes que son una clave para la bendición de su nuevo hogar.

  1. LA BENDICION DE DEDICARLES  PALABRAS Y ORAR POR ELLOS.

Hay muchas maneras de hacerlos sentir felices en esos momentos como:

  • Dedicarles palabras para bendecirlos, palabras acompañadas de bendiciones bíblicas, de consejos con sinceros llenos de amor.
  • Decirles deseos bonitos y palabras de motivación.
  • Expresar que les desean un matrimonio lleno de amor, reafirmar que el amor es una de las bases principales de un matrimonio.
  • Decirles que encuentren la fuerza para superar desafíos cada día y que disfruten de los momentos felices que el amor les brinda.
  • Resaltar que la confianza, el respeto y la comunicación son guías sabias.

Tan importante se vuelven nuestras palabras dirigidas a ellos, Dios quiere que ellos vayan a ese viaje con la maleta llena de consejos sabios de parte de los padres. El matrimonio es una experiencia que se vuelve aventura para ambos en la que deben caminar de la mano confiando el uno al otro esperando que los sueños y anhelos de Dios se cumplan en los dos, cada uno está diseñado perfectamente para  cosas diferentes. Por ejemplo, usted puede decretar que su futura nuera será la mujer idónea para su hijo, una mujer sabia que edifica su casa; a su hijo, que sea el sacerdote de su hogar, amoroso, protector y respetuoso; que ambos vivan cada día en un mismo sentir y un mismo espíritu sirviendo a Dios.

A partir que ellos comienzan su nuevo hogar, nosotros los padres solo tenemos la responsabilidad de orar por ellos, y debemos estar dispuestos para brindarles apoyo y los consejos necesarios si ellos lo solicitan.

  1. LA BENDICION DEL CONSEJO.

“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Génesis 2.24

Nuestros hijos deben saber que el matrimonio es un viaje, es una experiencia en la cual se aprende mutuamente, que es necesario adaptarse a los cambios y a los desafíos que la vida les presenta.

Aconsejemos también que Dios es la parte fundamental en sus vidas, por lo tanto, que siempre busquen el momento especial para comunicarse con  ÉL.

Ellos deben saber que en su nuevo hogar solo deben estar el esposo, la esposa y su nueva familia que Dios les conceda.

El hombre y la mujer, una vez casados, deben abandonar el hogar de sus padres y aferrarse a Dios y a ellos mismos, entre ellos mismos se eligieron, ambos hicieron un pacto con Dios prometiendo amarse y respetarse hasta que la muerte los separe.

  1. LA BENDICION DE LA OBEDIENCIA.

“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.” Efesios 6.1-3

Esta es una de las muchas maneras en las que podemos apoyar a nuestros hijos y bendecirlos por medio de consejos y oraciones, dándoles palabras especiales y motivándoles a que crean en las bendiciones que les esperan de parte de nuestro SEÑOR JESUCRISTO, porque él es un Dios fiel y verdadero que cumple sus promesas a los hijos obedientes.

Todo lo que Dios promete se cumple.

CONCLUSIÓN 

Es confortante saber que la recompensa viene de Dios a nosotros los padres cuando instruimos a nuestros hijos en su camino.

Dios no se queda con nada.

Nosotros como padres seremos profundamente felices y bendecidos por haber instruido y corregido a nuestros hijos en el camino del SEÑOR y mirar como Dios les da la oportunidad de realizar sus sueños y ser felices con un matrimonio lleno de amor y bendecido por Dios.

Aclaro y comparto algo personal, si yo hubiese estado preparada con un poco de estos consejos, otra cosa hubiese sido para mis dos primeras hijas, a quien amo con todo mi corazón, y no se diga a mis yernos queridos. Ambas contrajeron matrimonio en el mismo año lo cual, yo como mamá, la pasé muy mal porque no me preparé desde antes. Yo no aceptaba sus matrimonios porque me costaba desprenderme de ellas, pero gracias a Dios decidí volverme una mujer de oración y todo para mí se volvió en bendición porque aprendí que si ellas son felices también lo soy yo.

Ellas son esposas y madres sabias y bendecidas para la honra y gloria de Dios.

Cuando llegó el momento en que mi hijo tomó su decisión, de formar su nuevo hogar, al lado del amor de su vida, ¡bendito mi Dios!, mi corazón estaba preparado.

Todo este escrito fue inspirado en base a la experiencia que viví con mi hijo. Así, que mis amigos, sí se puede dejar todo en las manos de Dios, para que Él tome el control de todo y nuestros hijos tengan el hogar bendecido que anhelan.

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